jueves, 1 de marzo de 2012

Fue mi culpa

Yo tejí lentamente esas cadenas, se volvieron grilletes en mis tobillos... grilletes irrompibles... metal que no corroe. Que crece. Que se vuelve cárcel. 


Fui yo quien te amó intensamente todos esos años, fui yo quien cultivó tus encantos todo este tiempo. Yo no te creé, pero te adopté y te hice propio. Y ahora te has apoderado de mi y yo no puedo irme, no puedo deshacerme de ti.


Peleo contra tus cadenas que cada vez se hacen más pesadas, te estrello contra la pared, te golpeo como puedo, te saco de mí... Sales, te haces más fuerte y vuelves a entrar, dañando como nunca antes.


Te apoderas de mi corazón, te apoderas de mi psique, te apoderas de ¡mi cuerpo, incluso!


Lucho contra ti, contra lo que no puedo ver... Pero te impregnas en mi sangre y en mi sudor y en toda mi piel. No puedo decir que no, que no te amo, que no eres mi vida, que te quiero dejar, que te odio, que te quiero siempre fuera de mis sentidos... No te puedo decir nada. Te amo. Eres todo, y eres la nada también. 


Me rindo, me tiro en el suelo. Tómame, te digo, ya no puedo luchar más. Pon una pluma en mis manos, y papel bajo ellas. Escribiré con mi sangre, si te parece necesario. Golpeame como gustes, soy tuya. Siempre lo fui.

1 comentario:

Frédéric dijo...

¡Argh!
Me enoja de manera descomunal cuando deja un comentario o un mensaje y no le apachurro enviar.
¿Qué chingados conmigo?

Bueno, te decía que me quedé como idiota, me encanta.