sábado, 29 de enero de 2011

Miraba en la tarde de sus ojos.

Su cabello daba el camino a minúsculos arroyos, que desembocaban en el aire -de donde habían venido- y al suelo. Con la grava del suelo. Donde posiblemente descansaban huesos y huesos de los ancestros del lugar.


Estaba sentada, simplemente, sobre la tumba de alguien que no clamaba ser quien solía ser. 


A lo lejos, quizá, podía escuchar música.


Música de rock.


Cantos de un lamento de amor.


Lamentos de una persona rota, de muerte, de dolor. De tristeza en su más pura forma.




Y fuego.









viernes, 28 de enero de 2011

Rockabilly duo

Distraída, como siempre, y checándose el propio trasero en el reflejo de la estantería de la tienda de al lado; ella chocó contra él, y siendo de poco equilibrio y mucha torpeza, cayó al piso.
Él la miró desde arriba, intrigado.
Ella lo miró, con sobrante coquetería.


- Fíjate por donde paso, Desconocido.


- Hola Desconocida.


Él la ayudó a levantarse.


And now, Polka dots filled his eyes. Still doesn't know why.






Sé que no tiene nada que ver, pero igual, feliz 28. Y felicítennos, Kabán y yo seremos abuelos.

domingo, 16 de enero de 2011

Clases interesantes.

Hace mucho (ok, no tanto, pero es que soy muy tonta, discúlpenme) le pregunté a mi papá que qué era un monopolio.


"Es como cuando... uhm... cierta.... organización, se pone a... digamos que a controlar el movimiento de un producto..."


Quise darle un ejemplo a mi papá, no recuerdo cual, pero seguramente estaba entendiendo muy mal.


"No, mira, es como ..." la verdad es que ya olvidé como me explicó. El chiste es que, su tono y su forma de explicar, me hizo preguntar después:


"No te gustan los monopolios, ¿verdad?" 


"No, son cosas muy feas, así se empieza a comprar el mismo producto, y estás matando productores menores."


"Ah... ¿Algo así como Monsanto?" 


Mi padre se quedó callado, mirándome con furia.


Esta megacompañía compró la compañía de donde mi padre trabaja.


Hay leyes contra ello, pero en México, no hay forma de enterarse de que -posiblemente-, mediante las compañías que posee Monsanto en nuestro país, se están plantando semillas transgénicas.


Les estoy hablando de esto porque Monsanto fue mencionado en un documental sobre lo que no nos damos cuenta en la industria de la comida americana. Food Inc. se llama.
Esta es la segunda vez que escucho a la compañía ser mencionada en un documental, y no hablan bien de él. Digo, tampoco mal. Solo se exponen hechos. Hechos malvados, a mi parecer.


Nos estamos convirtiendo en E.U.


En el modelo político-económico.
En nuestras costumbres.
En todo el sistema.
En nuestra alimentación.
Y no dudaría que en algunos años, también en nuestra salud.


Mirando el documental, salió un producto cuyo nombre ya olvidé.


"Papá, ¿Qué es el productocuyonombreolvidé?"


"Un herbicida..."


"Y ¿Qué mata?"


"Todo."


"Y la siembra, ¿para qué quiero matarla?"


"Todas las hierbas malas."


En realidad, el compuesto es un veneno (incluso usado en la guerra con Vietnam, para matar toda planta que estuviese a su paso, claro, ahora se vende modificado y menos malvado, pero solía tener un cancerígeno que nos creó unas malformaciones bien divertidas) que solo deja vivas a aquellas plantas que fueron modificadas genéticamente para poder sobrevivir al veneno.


Esto se vende en México, ¿Qué les dice eso?


Recientemente vi en el periódico algo sobre una nueva ley sobre la regulación de ventas de agroquímicos. Según decía, estos productos abiertos a venta a casi todo el público, estaban siendo usados para el suicidio.


Le estamos poniendo veneno a nuestras tierras, si nos mata a nosotros (y bastante rápido, debería decir: inhalarlos indirectamente casi desmaya a mi hermana, y tocarlos.... es igual a vómito y mareo constante durante varias horas) ¿Qué no le estamos haciendo a la tierra?


Sin embargo, ya no podemos deshacernos de ellos.


Besides, me alimento gracias a ellos. Y me alimento MUY bien.


Pero todo esto simple y sencillamente me hace desear vivir en una sociedad comunista.


Arriba el comunismo.
Y abajo el capitalismo esclavizador.






He dicho.

jueves, 13 de enero de 2011

Ahí estaré.
Detrás de las rojas cortinas de tul.
Sobre la colcha de terciopelo, rojo también.
El dosel sobre nosotros será negro, como bajo el cielo de noche.


Yo estaré vestida como siempre, ¿preguntarás por mi?
Te estaré esperando. 
Te estaré esperando, a ti.


No he olvidado lo de la reunión pasada.
¿Era tu primera vez aquí?
Te mirabas perdido. 
Es más, parecías buscar un lugar donde esconderte. 
Estabas tan triste. Quise consolarte.


- No hablar.


Era la regla. 
Usabas un traje hermoso. Un caballero.
Te sentaste en un rincón, y te quedaste ahí. 
No te diste cuenta de mi.
Para ser sincera, intentaba esconderme también. 
Estuve pensando en no regresar a este lugar.


Pero ahí estabas tú.
No pude adivinar si llorabas, con la máscara.
Te acaricié tu cuello con mi mano. Mi guante de seda.
Y me volteaste a ver con tus ojos.
Me perforaron el alma, ¿sabes?
Me acariciaste de regreso.


Rodeados de personas, nos sentíamos muy solos.


Y no hacíamos nada.
Nos quedamos ahí, tirados. 
Viéndonos las almas disfrazadas.


Creo que nadie reparó en nosotros, porque nadie miraba a nadie.
Verdaderamente, ninguno de nosotros estaba allí.
Nos entendimos a señas y a caricias.
Nos llevamos a donde extrañábamos los dos.


Tanto tiempo estuvimos allí...


Que olvidé momentos, lugares... Reglas.


- Te amo.


Pronuncié. 
Quizá te confundí con alguien más.
Quizá quería quererte.
Quizá realmente te amé un ratito.


- Te amo.


Contestaste.


Y el lugar rompió en caos.


Y no alcanzamos a huir.


¿Qué cosas te hicieron a ti?
Y me prohibieron volverte a ver.


Pero no pueden saberlo.
Volverás, ¿verdad?


Porque ahí estaré.
Detrás de las cortinas rojas de tul.





domingo, 9 de enero de 2011

Nuevo año.

Hoy estaba leyendo un libro bien cómoda. Y de repente, que me asalta un recuerdo.


Que ya estamos en 2011.


Y que me acordé que empecé una lista de todos los libros que voy leyendo el año pasado.
Un poco de tristeza, porque me decepcioné un poquito. Empecé con veinte números, para ir poniendo los títulos; pero luego seguí leyendo más, y necesité darle la vuelta a la hoja y puse más números: hasta el treinta y nueve. Que ilusa soy.
En realidad, solo logré llenar hasta el número veintitrés. 


Me estanqué, ¿qué puedo decir?


Quizá olvidé anotar algunos nombres (lo noté en el número veinte, me faltaban, pero solo recordé un título; quizá solo me faltaba uno), y otros que nomás leí por ocio, pero no daban la talla para ser anotados. 


Y me di cuenta de que necesito una nueva lista. 
Bueno, ¿y qué voy a hacer con esta lista? Así que decidí compartirla con ustedes, si gustan, robarme algún título, como quieran.


Yo le llamé:


DA LIST



  1. Ángeles y Demonios
  2. Pedro Páramo
  3. Cuentos de terror de Sir Arthur Conan Doyle
  4. El juego del ángel (Mi libro favorito de todos los tiempos)
  5. Cumbres Borrascosas
  6. La sombra del viento
  7. Desde mi cielo
  8. Yo no fui 
  9. El dios de las pequeñas cosas (Perfecto, altamente recomendable)
  10. Harry Potter & the sorcerer's stone
  11. La elegancia del erizo
  12. Historia de cronopios y de famas (¡Gracias Afro!)
  13. El mundo (Lindo)
  14. Harry Potter & the secret chamber
  15. Mujercitas (Ley de las expectativas)
  16. Postdata te amo (momento de ocio)
  17. Yerma
  18. Harry Potter & the prisoner of Azkaban
  19. El Zahir (Me vi tentada a quemarlo al terminar)
  20. Historias Fantásticas de Stephen King 
  21. Rebelarse Vende (Toda una odisea)
  22. 500 años fregados pero católicos
  23. Harry Potter & Goblet of fire

Este año tengo proyectos rusos: Ana Karenina, Guerra y Paz, Los más bellos cuentos rusos... Aún necesito terminar La noche que murió Freud y Crimen y castigo (otro ruso); seguir con el librito pícaro. Ah, y necesito encontrar Justina. He perdido ese libro. Demonios.

También necesito estudiar: ortografía y textos dramáticos. Un poco de redacción, porque los exámenes de admisión no se llenarán solos. 


Espero un largo año.



PD. Acabo de notar la entrada de Momo. Ehm, por favor, no me juzguen de copiona, fue un sincronismo casual.

sábado, 8 de enero de 2011

Inter

Después del fiasco del día de reyes (que ya no quiero mencionar), mi hermana nos subió al auto.


Estuve un buen rato ahí, entre el enojo, la nostalgia, el remordimiento, el hubiera, la tristeza...


De repente, salí de mis adentros y recordé...


P me había dicho que -al escuchar que quería estudiar letras- eso era lo suyo, la filosofía y letras.


"P, ¿por qué dices que eso era lo tuyo, la filosofía y letras.... bueno, la filosofía." Pregunté. la verdad es que ya me cansé que me digan que voy a estudiar filosofía y letras: NO, carajo, es solo letras. Así solía llamarse la facultad, pero YA NO EXISTE, puta madre. Can-sa-da, les digo. 


"Yo quería estudiar eso, me gustaba mucho, estar con las personas, hablar con ellas, encontrar los problemas que tienen, y todas esas cosas. Me gustaba -me gusta- leer sobre los problemas sociales y así."


Yo sé que siempre nos lo dicen en la escuela, y debería poner más atención, de verdad. Pero cada vez que me pasa me sorprendo: no conozco bien a las personas que me rodean. Y así, nomás, me dejó caer un trocito de él, con las manos pelonas, sin guantes ni nada.


"Ya te había dicho, que P quería estudiar eso." Me dice mi hermana, como si yo fuera una idiota. Y no lo niego.


"Me habías dicho que quería estudiar algo así, pero no eso... ¿Filosofía, entonces? ¿No hubiese sido mejor Sociología o Antropología?" Digo, a mi me gustan, el pedo es que no me gusta la gente. Viva, al menos. Muerta solo me da asco. Viva... otro tipo de asco.


"Lo que pasa es que yo conocí a un amigo que trabajaba en un tipo de secretaría, que no me acuerdo como se llamaba, y su trabajo era ir a esos lugares marginados, con personas que tienen una vida completamente diferente, que no van a la escuela, desde los que de plano están muy pobres, o con indígenas. Y con ellos, él se ponía a enseñarles como vivimos nosotros, más o menos, no para cambiarlos, sino, para acrecentar su conocimiento de cultura, que comprendieran como vivimos nosotros, que se abrieran un poquito, ¿si me entiendes? Que nos entendieran, como vivimos, y así."


"Ah, si, eso está muy padre."


"Y él estudió Filosofía, y por eso quería estudiar filosofía yo. Pero, ya ves...."


"Así son los padres." Me dijo mi hermana. 


Ella sabe bien de lo que habla. Se apoyan mutuamente.






¿Qué hubiese pasado si él tuviese cumplido su sueño?



martes, 4 de enero de 2011

Días de compras.

Es época de reyes, y todos lo sabemos.
La televisión se llena de anuncios de juguetes y los niños se vuelven unos santos, gracias a la amenaza de -nada más te va a traer carbón-.


En casa, la historia de reyes ha sido chistosa.


Mi hermana mayor dice que se traumó porque siempre quería juguetes, y siempre le traían ropa. Y cuando le trajeron un juguete, era uno equivocado (el gran fiasco del juego del tiburón, ¿cómo olvidarlo?). 


Mi hermana menor recuerda cuando se enteró de que los reyes eran mis padres: bajó muy temprano y corrió para con mis flojos padres -no había nada bajo el árbol-. Mis padres le dijeron que todavía no llegaban y que volviera a dormir. Mi hermana no durmió, sino que escuchó ruidos y bajó para sorprender a los reyes. Sí que los sorprendió.


Mi padre siempre insistía en que le(s) pusiéramos rosca y leche: él siempre baja a comer durante sus ataques de insomnio, en la madrugada. Así, ya le estaba servida la comida. Lazy ass.




Hace años que no tenía contacto con reyes, pero ahora mis primos están más cercanos que nunca. Mi prima, la nena, pidió la típica Casa de Ensueño de Barbie. Es una niña, el capitalismo la envuelve fácilmente. Mis tíos fueron a E.U., según ellos que más barato, a buscarla.
No sé por qué no regresaron con ella. Y no sé porque esperaron hasta ahora:


Llevan dos días buscando la mentada casa.


Mi mamá y yo intentamos ayudarle. Fue como El regalo prometido:


"¿Disculpe, tiene la Casa de Ensueño de Barbie?" 


"Hahahaha, eh, no... se acabaron la semana pasada."


Era obvio, digo. Pero eso fue estúpido, dejar el regalo del niño más pequeño hasta el final.
Y no es cualquier regalo, es el juguete que más anuncian por la TV, y de la marca más popular.


Es estúpido.




Le pregunté a mi madre si nunca le pasó eso. Me dijo que compraba los regalos un mes antes. Y los escondía en casa de alguien más. 


"La bicicleta la escondimos en casa de los compadres."


Dice. 


"Que triste que nunca aprendí a andar en esa bicicleta."






Bueh, creo que la maestra de primero de primaria nos reveló el secreto; los siguientes 4 años después, fue por joder. 



lunes, 3 de enero de 2011

Ya lo olvidé.

Ya no recuerdo si iba a quejarme, si les iba a contar algo, si nada más iba a hacer un update, ya no recuerdo.


Venía a escribirles, y de repente, se me esfumó todo.


De repente, sentí nostalgia.


Y quise cambiar mi vida.


Como de esas veces que estás sentada, bajo el sol, y miras a los demás; y de repente, te das cuenta de que los demás son mucho más felices y sencillos que tú.


Y decides que quieres ser ellos.


Y sonríes, intentando unírteles pero no puedes.


Por designios divinos, estás condenada a permanecer donde estás. Tu asiento te absorbe.


Una voz -desde adentro o desde afuera, no lo sé- te manda decir que tu felicidad no será como la de ellos: tu estás destinada a mirarlos, a envidiarlos; y, si puedes, detenerles un momento e intentar robarles un trozo de su alegría.


¿Saben lo difícil que es eso? Intentas ser feliz, y lo único que logras en robar almas. Nostalgias. Recuerdos. 










Viendo: Guerra y Paz - La serie
Escuchando: Love song - 311
Leyendo: La noche que murió Freud - David Martín